miércoles, 22 de mayo de 2013

Sex Shop

Bueno, soy nuevo en esto, normalmente escribo en Facebook o Twitter, pero jamás he tenido un blog. Y como es la primera vez, cómo no empezar hablando de las primeras veces del despertar sexual, y esto lo tuve conociendo Sex Shop.

Recurro a este tema porque justo hoy visité @japijane, una tienda de artículos eróticos para comprar un regalo de cumpleaños. Le digo "tienda de artículos eróticos" porque la encontré bastante distinta a un Sex Shop normal. Primero, no es invasiva ni "agrede" visualmente al cliente exponiendo penes de plástico o vaginas en las vitrinas. Parte mostrando una zona de juegos eróticos entretenidos para jugar en pareja, con el +1 o con el "cómo dijiste que te llamabas?". Luego viene una selección de libros eróticos, de los cuales soy fan y me encantan, como The Big Book of Big Penis, o Cine Erótico, Masajes Eróticos, etc. Todos temas interesantes y que no van de lleno a la pornografía como tal.

En fin, me encantó el lugar, porque a diferencia de mis otras experiencias, a uno le dan ganas de quedarse, vitrinear y conversar con las chicas que atienden sobre los productos y experiencias.

Mi primera experiencia visitando un Sex Shop fue un verano cuando recién había cumplido 18 años. me dije, haber... qué puedo hacer si ya soy mayor de edad... y la respuesta era obvia: Ir a un Sex Shop, Dah!.

Aunque lo primero que hice fue dejarme barba, porque obvio tenía cara de pendejo y fui a un local que estaba al final de la calle Huérfanos, llegando al cerro Santa Lucía. Ahí estaban, los penes de plásticos exhibidos en la vitrina y unas vaginas de goma con un poquito de pelo para hacerlas parecer reales. casi me da un infarto, pero entré igual. Reconozco que miré de reojo todo lo que pude, no levanté la mirada, no toqué nada y solo atiné en menos de 2 minutos a decir: "me llevo esta película".

Weon!! si vas a un Sex Shop lo último que puedes hacer es comprar una película o revista XXX, eso lo consigues en internet o en los kioscos. 

Mi segunda vez fue a devolver la película y cambiarla por otra. Más weon aún.

Pero pasó el tiempo y agarré experiencia. Me compré lencería masculina, la cual me averguenza y casi nunca la uso. Hasta que me compré mis dos grandes y mejores adquisiciones: Un consolador y un masajeador prostático. No entraré en detalles de ambos juguetes, pero diré que estoy feliz y no me quejo de mi soltería.

Creo que como primera vez, uno va a lo sexual, con el pene erecto y excitado a ver lo que hay, a comprar lo más caliente que hay. Pero cuando uno adquiere experiencia, va y compra lo que necesita y se regodea.

Y mi consejo es que todos se animen a visitarlo. No es ni debería ser Taboo. Y si quieren visitar uno, vayan a Japi Jane, donde paso publicidad gratis porque me encantó. Queda en Luis Thayer Ojeda 59, a la salida del metro Tobalaba en dirección al Costanera Center. No es agresivo en la exhibición de productos y abraza la sexualidad con respeto y lujuria, a diferencia de otros locales que lo hacen con pornografía y grotescamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario