Mi familia está en Paris... y yo en New York!
Así es una de las frases de una de mis películas navideñas favoritas. Y no es que estemos en Navidad, sino que ahora estoy a punto de abordar un vuelo a New York.
Todo viaje comienza desde el momento que haces la maleta, la ropa que te pondrás, investigar el clima, la estación que hay en el país que visitas. Zapatos cómodos, zapatillas, ropa extra, etc. Haces un mapa mental de lo que harás y eso ya es suficiente para saber que estas de viaje.
Saliste de casa y estas camino al aeropuerto. Pasas policía internacional y la eterna espera de no saber que hacer para pasar el rato. Las tiendas venden todo lo mismo y Duty Free my ass! todo tiene el mismo precio que en las tiendas locales!
Al final termino tomándome un Capuccino en Starbucks, lo más internacional que puedo hacer.
Escucho música. Me duele la espalda por cargar la mochila con el Mac. Me aburro. Me da calor. Me saco la chaqueta y me da frío. Y entonces descubro que es toda la ansiedad de subirme al avión y estar camino al destino planeado.
Por ahora le digo adiós a Santiago. Adiós al frío del cual jamás seré amigo. Hola New York, hola calor, hola tiempo libre, vacaciones, moda, novedades y a una ciudad que tiene prácticamente de todo.
Y mientras pienso en la ciudad que tiene de todo y pienso que debo visitar y ver lo que no hay en Chile, aquí estoy escribiendo en el aeropuerto mientras el chico de Starbucks se lleva mi vaso vacío... bien neoyorquino en Santiago.
Bye bye... see ya very soon in the next chapter!
No hay comentarios:
Publicar un comentario